Las pastillas de jabón son más respetuosas con el medio ambiente porque no necesitan envases de plástico. Ahora, cuando la pastilla se está terminando es difícil de manejar. Esos esos trocitos de jabón que quedan acaban yéndose por el desagüe o terminan en la basura. No es necesario. Hay formas de aprovecharlos.
Si se trata de jabón de tocador, lo mas fácil es dejar el trocito de jabón viejo y una pastilla nueva en agua caliente 1-2 minutos después de lavarte las manos. Presiona para que se unan.
Si no se trata del mismo tipo de jabón, puedes poner varios trocitos en una bolsa de malla fina, como las que se usan para hierbas, y usar la bolsa para enjabonarse en el baño o la ducha. Así se aprovechan hasta las piezas más pequeñas y no quedará piel sin enjabonar, además, también funciona como esponja. Si no tienes bolsas de malla, aprovecha unas medias que ya no uses. Corta un trozo, llénalo de trocitos de jabón y haz un nudo en los extremos para que no se salgan.
Puedes rallar los trozos de jabón y ponerlos en un recipiente de vidrio con un poco de aceite de oliva. Sumerge parcialmente el recipiente con el jabón en agua muy caliente y espera a que el jabón se ablande. Entonces se le puede dar forma y dejarlo enfriar.
Se puede hacer una gelatina jabonosa con 2 tazas de residuos de jabón, 1/2 taza de bórax y 4 tazas de agua hirviendo. Se deja hervir unos pocos minutos. Después se deja enfriar hasta que quede sólida y se corta. También se puede poner en moldes y se pueden añadir trocitos de jabón de otros colores para que queden incrustados. Parecerán pastillas de jabón nuevas.