Nadie realmente disfruta de las evaluaciones, ya sea las personas que las reciben o la que las que las hacen, pero la crítica constructiva es parte de la vida. Puede aparecer como la calificación que un profesor da a los deberes del alumno, como las alabanzas y regañinas de los padres a los hijos, como los comentarios sobre un partido que se está viendo, como parte de una discusión sobre diferentes opiniones o como el juicio que el jefe hace sobre el empleado durante la revisión anual.
Muchas veces los comentarios son positivos y destacan las cosas que se han hecho bien. Pero todos cometemos errores y, cuando ocurren, también es necesario ayudar a corregirlos. Aprender a hacer ambas cosas de manera efectiva hará que el proceso sea más fácil.
Comentarios positivos
Deja que la personas sepan lo que hicieron bien, siendo específico. Hazles saber cómo eso te hace sentir bien y como ayuda el proceso general. Somos seres emotivos y esto tiene impacto.
Anímalos a repetir lo que hicieron bien, dejando claro que confías en ellos y les apoyas en su camino hacia el éxito.
Comentarios negativos
A nadie le gusta recibir comentarios negativos, sin embargo, cuando se hacen bien, pero pueden ayudar a las personas a levantarse rápido después de caer, siendo capaces todavía de alcanzar sus objetivos.
Primero confirma los hechos y escucha su versión, revisando el error juntos. Al igual que al hacer comentarios positivos, déjales saber cómo te sientes y el impacto que el error puede tener en los resultados.
Asegúrales que les consideras mucho más valiosos como persona que el error que hubieran podido cometer, que sigues apreciándoles, que confías en que harán lo necesario para corregirlo.
Remarca que sigues confiando en su buen hacer y que siguen contando con tu apoyo.
Una vez que el error se ha corregido, no es necesario volver a mencionarlo.
A tiempo
Cualquier tipo de valoración es más efectiva cuando se hace a tiempo, mejor cuanto más cercana al hecho estimado.