Las peladuras de patata o zanahoria y los deshechos de las verduras y hortalizas pueden aprovecharse para hacer abono. Si no tienes un jardín donde poder poner un contenedor de abono, puedes usar lombrices que son muy eficaces a la hora de fabricar abono, y el abono está listo mucho antes que con un contenedor convencional.
Los vermicompostadores son contenedores que convierten las peladuras y restos de verduras, las cáscaras de huevo y las bolsitas de infusiones en abono con ayuda de las lombrices. Los hay pequeños y cerrados que se pueden instalar en una terraza, o incluso en un rincón de la cocina. No huelen y no hay que tocar a las lombrices, pero producen suficiente abono para las macetas de la casa.