Una comida familiar es una reunión de personas, normalmente formada por los padres y sus hijos, con el propósito de comer. Las comidas son una oportunidad para que los miembros de la familia se reúnan y compartan una comida, hablen de su día y refuercen los lazos familiares. Es una oportunidad única para que padres e hijos conecten. Pero eso no es todo, las comidas en familia también ofrecen una oportunidad para que los padres sirvan de modelo positivo, además de producir otros beneficios, nutricionales y de calidad de vida, muy valiosos. Así que dedica tiempo a la familia y procura compartir las comidas ¡Merece la pena!
Beneficios nutricionales de las comidas en familia
La mayoría de la gente sabe que las comidas en familia son importantes, pero quizá no se den cuenta de que las comidas en familia producen importantes beneficios nutricionales.
Las comidas familiares también dan a los padres la oportunidad de enseñar a sus hijos sobre nutrición y cómo hacer buenas elecciones de alimentos. No es necesario dar lecciones diarias de nutrición, suele ser suficiente con el buen ejemplo. Se aprecia un mayor consumo de frutas y verduras en los niños que comparten las comidas con la familia. Cuando los niños ven a sus padres sentarse a comer de forma saludable, es más probable que desarrollen ellos mismos hábitos alimentarios sanos.
Un estudio descubrió que los adolescentes que compartían tres o más comidas con la familia a la semana tenían menos probabilidades de tener sobrepeso u obesidad que los que comían menos de tres cenas familiares a la semana. Y, por último, comer juntos en familia se ha relacionado con la disminución de la incidencia de trastornos alimentarios en los adolescentes.
Así que hay muchas buenas razones para dedicar tiempo a la familia y comer juntos regularmente.
Otros resultados positivos asociados a las comidas en familia
Compartir las comidas con la familia también produce resultados positivos a otros niveles. Las comidas familiares se asocian con menos síntomas depresivos en los adolescentes, así como con mejores calificaciones, un mayor sentido de pertenencia, y mejores habilidades de comunicación. Un factor que puede contribuir a estos resultados positivos es la oportunidad de que los miembros de la familia hablen durante la comida sobre cualquier problema o inquietud que tengan.
Ha habido un estudio que concluyó que los niños que comían en familia con regularidad no solamente sacaban mejores notas, sino que tenían más probabilidades de terminar la universidad que los que no lo hacían.
Sentarse a comer en familia puede ayudar a reducir los niveles de estrés tanto de los padres como de los hijos. Sí, comer en familia también aumentan la satisfacción de los adultos. Nos unimos por la comida y comer en compañía crea lazos. Compartir una comida con familia y amigos nos hace sentir bien, es una fuente de felicidad.
Cómo hacer que las comidas en familia sean más agradables
Empieza por hacer que la hora de la comida sea una ocasión especial. Pon la mesa con servilletas de tela y flores. Apaga la televisión y los teléfonos y concéntrate en la conversación.
La comida en sí es importante. Planifica menús que gusten a todos. Según veas, prueba nuevas recetas o sigue con las favoritas de siempre. Haz que todos participen en la cocina para crear armonía y practicar como trabajar en grupo. Permite que tus hijos mayores ayuden a preparar la comida, o que los niños elijan un plato para llevar a la mesa.
Intenta conectar con tu familia durante las comidas. Comparte anécdotas del día y escucha cuando tus hijos hablen de las cosas que les suceden. Si todo el mundo está muy ocupado y coméis demasiado deprisa, procura alargar algunas comidas sirviendo platos fáciles de cocinar y no tan fáciles de comer. Aunque las hojas mojadas en salsa estén muy ricas y merezca la pena el esfuerzo, una alcachofa no se come en dos minutos. Igualmente, las gambas a la plancha son deliciosas, pero hay que pelarlas y eso lleva tiempo.
No es extraño que los adolescentes se sienten a la mesa, engullan su comida y se levanten sin haber participado mucho en la conversación. Para evitarlo, Prueba a hacer la comida aún más especial de vez en cuando. Comer a la luz de las velas, por ejemplo, crea un ambiente acogedor y una sensación de intimidad que puede animar a los adolescentes a quedarse más tiempo y conversar.
Sobre todo, relájate y disfruta. Comer juntos debe ser un momento de paz y tranquilidad. Es tiempo de risas y diversión, no de estrés y discusiones.
¿Eres consciente de la importancia de las comidas en familia?
Las comidas familiares brindan varios beneficios tanto para niños como para adultos, como reducir los síntomas depresivos, aumentar el rendimiento escolar y el sentido de pertenencia, mejorar las habilidades de comunicación y reducir las tasas de obesidad. Además, comer juntos en la mesa puede crear una sensación de intimidad y felicidad.
Comer en familia regularmente es una de las mejores cosas que podemos hacer por nuestros hijos en términos de beneficios para su salud física y mental, y también de la nuestra.