Ve más allá del pensamiento positivo

Hay millones de libros sobre el poder del pensamiento positivo así que sería sorprendente que fueras una de las pocas personas que jamás han oído hablar de este tema. Incluso puede que lo hayas practicado. Y lo mismo te ha ayudado a sentirte mejor pero no has visto un cambio tan radical en tu vida como esperabas.

El problema es que el pensamiento negativo funciona siempre sin mucho esduerzo, porque la mayoría de las veces basta con no hacer nada para que todo vaya mal.

Y esperamos que al cambiar las ideas negativas por otras positivas pase lo mismo y funcione como por obra de magia. No es así. En muchos casos, el pensamiento, por muy positivo que sea, no es suficiente por si mismo. Es necesario pasar a la acción.

Recuerdo a alguien explicando que pensar que puedes cambiar las cosas solamente con pensamientos positivos es como pasearte por una casa llena de polvo y telarañas diciendo “Telarañas fuera, telarañas fuera” ¿Crees que va a desaparecer alguna? No desaparecerá ni una sola hasta que no cojas el plumero y te pongas a limpiar.

No estoy desdeñando los pensamientos positivos. El pensamiento positivo es algo importante. Al fin y al cabo, un pensamiento positivo es la semilla de una acción positiva.

Una idea es la semilla de una acción. Una acción repetida crea hábito. Crea buenos hábitos y vivirás la vida en tus términos.

Prueba esto hoy.

Es al dar ese paso de la idea a la acción que empezamos a cambiar hacia algo mejor ¿Y cómo se hace eso? Un primer paso de lo más fácil es pasar de ideas positivas a las palabras positivas. Si transformas sentimientos negativos en otros positivos y eso te motiva para pasar a la acción, ahí empieza todo.

En vez de decir “¡qué cansancio!” aprende a decir “¡Podría tener más energía!”

En vez de decir “¡Qué aburrimiento” di algo como “¡Esto podría ser más interesante!” y verás como tu actitud cambia al cambiar la forma en la que te hablas.

Cuando alguien dice “esto es aburrido” realmente todo se vuelve un poco más gris alrededor. Todo el mundo pierde un poco de interés y se aburre todavía más. No se trata de decir “esto es interesantísimo” porque no sería verdad y tu subconsciente no se lo creería. Además si algo es perfecto ¿qué se puede hacer para mejorarlo? Nada. Decir que “esto podría ser más interesante” es absolutamente verdad, y abre la puerta a la posibilidad de mejorar la situación. Inmediatamente aparece un rayo de esperanza y uno se pregunta “¿Y cómo puedo hacer que esto sea más interesante?” Y ahí entra el subconsciente otra vez, seguro que contesta “Sí, es verdad, esto podría ser más interesante y se cómo ayudar.” Y cambia la forma como respiras, te sientes un poco más alerta, más capaz de prestar atención y te fijas en aspectos que antes no habías notado, y de repente encuentras más interesante eso que estás viendo, o escuchando.

Trata de hacer una lista de las ideas negativas que tienes y busca alternativas positivas. Empieza por intentar cambiar 1 o 2 cada semana. Verás como coges fuerza y lo mismo consigues cambiar 1 o 2 al día. Si te funciona bien no será difícil seguir hasta cambiar todos tus pensamientos negativos por ideas positivas.

Vigila tu charla interior. Si eres una persona despistada y cometes un error estúpido. En vez de dregañarte diciendo “Vaya despiste, una buena metedura de pata. Te has portado como si fueras imbécil” llámate la atención y di algo como “podría haber puesto más atención al hacer esto” y exactamente eso es lo que pasará. Empezaras a poner más atención al hacer tus tareas y los despistes empezarán a desaparecer..

Cambiar las palabras que usas es una buena forma de empezar a hacer algo positivo, en vez de quedarse sólo en el pensamiento.

Ponte una meta concreta. Decide hacer 1, 2 o 3 cambios al día. Lo importante es que escribas hoy esa lista y empieces a cambiar el lenguaje que usas en tu charla interior.

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