Despierta tu curiosidad sobre el árbol de la vida

Una alegoría del árbol de la vida y la evolución de las especies.

¿De dónde venimos y cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Por qué el lobo gris está más emparentado con una ballena que con el lobo de Tasmania? ¿Qué huellas han dejado en nuestros genes las catástrofes medioambientales?, todas estas respuestas se encuentran en el libro El árbol de la vida de Max Telford.

En esta lectura, el autor ofrece un viaje apasionante de cuatro mil millones de años para comprender cómo surgió la asombrosa diversidad de la vida en la Tierra. Con un enfoque narrativo, riguroso y sorprendente, este libro es una puerta abierta a nuestro pasado más remoto y a las preguntas más profundas sobre nuestra existencia. Reconstruir el gigantesco árbol genealógico que conecta a todos los seres vivos del planeta.

Un libro con un enfoque novedoso, lleno de paradojas evolutivas, curiosidades científicas y anécdotas, combinando la divulgación científica con momentos más reflexivos. 

Según señala el autor, “con este relato de la historia de la vida en la Tierra como meta, este libro explicará cómo es posible conocer tales acontecimientos. Demostraré que para contar la historia de la vida hay que emprender la tarea ímproba de reconstruir el árbol de la vida, un árbol genealógico que refleje las conexiones entre todas las especies, desde árboles hasta orcas. Este árbol de la vida constituye una representación visual del parentesco cuya intuitiva simplicidad oculta un inmenso poder descriptivo. La primera parte del rompecabezas consiste en determinar la naturaleza del parentesco entre la multiplicidad de especies que han ido surgiendo a lo largo del tiempo. En algún momento, poco después de la aparición primigenia de la vida, una sola especie antiquísima, la antepasada de todas las que vinieron después, se dividió para formar dos especies distintas. Conforme creció el árbol y pasó el tiempo, estas dos pioneras siguieron dividiéndose una y otra vez, generando un número creciente de especies (y más ramas del árbol). La reconstrucción de este enorme árbol genealógico es la primera de nuestras tareas.”

Una obra imprescindible para todos los apasionados de la evolución, la historia natural y los grandes misterios de la biología. Esta lectura se convierte en un relato fascinante — lleno de sorpresas, paradojas evolutivas y descubrimientos recientes — que nos explica cómo estamos emparentados con peces, hongos, robles, bacterias… y con todo lo que alguna vez respiró, nadó o echó raíces sobre la Tierra.

“Con el paso del tiempo, cada rama del árbol desarrolló características nuevas que, generación tras generación, han dado lugar a la diversidad actual de los seres vivos, de la que a través de la ventana de mi despacho percibo una mínima muestra. Algunas de estas características son llamativas, como la espina dorsal presente en todos los vertebrados, o la flor exclusiva de las angiospermas. Otras muchas son bastante más sutiles: en las moscas de la fruta, el patrón de la pigmentación del ala, las mínimas variaciones químicas del olor y la frecuencia precisa del aleteo en la danza de apareamiento del macho pueden percibirse y sirven para distinguir una especie de otra. La inclusión de esta segunda parte de la historia exige añadir carne al esqueleto pelado del árbol.

Quiero mostrar al lector de qué manera una comunidad mundial de científicos está colaborando para construir el árbol de la vida y contar la historia evolutiva completa de la diversidad de la vida. Descubriremos que es en las propiedades mismas de las especies vivientes donde se encuentran las pistas para conocer la forma verdadera del árbol de la vida. Veremos cómo estas características — resultantes del proceso evolutivo — son a un tiempo los materiales para la construcción del árbol y los propios objetos cuya evolución pretendemos explicar.”, explica Telford.

Max Telford, uno de los principales expertos en evolución, lleva al lector desde los orígenes comunes de todos los seres vivos hasta los vínculos inesperados que nos conectan con hongos, ballenas o insectos. La lectura tiene un enfoque novedoso lleno de paradojas evolutivas, curiosidades científicas y anécdotas, combinando la divulgación científica con momentos más reflexivos.

Portadadel libro titulado el árbol de la vida, de Max Telford.

El antepasado primate hace 75 millones de años

“Nosotros, los primates, compartimos un cráneo redondeado que protege un cerebro bastante grande para el tamaño de nuestro cuerpo; nuestros ojos miran al frente, emplazados en una cara más o menos aplanada; tenemos dedos en manos y pies que terminan en uñas planas, no en garras; nuestros dedos gordos y pulgares están separados de los demás dedos de pies y manos, respecto a los cuales son oponibles, lo que permite utilizarlos para asir (ramas, herramientas o armas); tenemos huellas digitales en manos y pies; y, a diferencia de otros mamíferos, nuestros molares presentan coronas redondeadas.

La rama de los primates comprende grupos que nos resultan familiares y — hay que reconocerlo — especialmente atractivos y carismáticos. Nuestros parientes primates más lejanos son los lémures de Madagascar, los loris y los gálagos; más cerca de los humanos quedan los monos del Nuevo Mundo (monos araña, tamarinos y capuchinos); y, más cerca todavía, los monos del Viejo Mundo (macacos, babuinos, langures y otros). El antepasado de nuestro grupo, el de los simios (reconocibles por la ausencia de cola), vivió hace unos 18 millones de años, a la altura del nacimiento del pelo en nuestra escala temporal humana”

LUCA

LUCA (el último antepasado común universal, LUCA por sus siglas en inglés)

“La aparición de la vida nunca debe entenderse como un único suceso. LUCA y, aunque simple, minúsculo y unicelular, sin pensamientos inteligentes, emociones ni comportamientos de los que valga la pena hablar, fue un organismo de una extrema complejidad, resultado de una larga gestación”, señala Telford

EL AUTOR

Max Telford es biólogo evolutivo y ocupa la cátedra Jodrell de Zoología y Anatomía Comparada en el University College de Londres, donde fundó el Centro para el Origen y la Evolución de la Vida y el laboratorio Telford. Ha recibido varios premios por su investigación (incluida una beca en el All Souls College, Oxford) y lleva tres décadas estudiando la forma del árbol de la vida, con el objetivo de descubrir los eventos más tempranos en la evolución del reino animal. Vive en Londres y este es su primer libro.

Telford es uno de los principales expertos en evolución, nos lleva desde los orígenes comunes de todos los seres vivos hasta los vínculos inesperados que nos conectan con hongos, ballenas o insectos.

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