Tienes un cabecero que ya ha pasado su mejor momento, no es agradable verlo y quizás estás pensando en tirarlo… No, por favor, piensa mejor en darle un cambio de imagen. Hay formas de transformar ese aburrido cabecero en una obra de arte que será la envidia de todos tus amigos. Y no necesitas dejarte la piel en el intento, así que, ¡manos a la obra!
Convierte ese viejo cabecero de algo aburrido en algo fabuloso.
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Opción 1: Pintar el cabecero
No todos los cabeceros son aptos para pintar, los más adecuados son los de madera o metal. Los de mimbre, ratán, plástico o melamina se pueden pintar pero con más trabajo. Los cabeceros de tela o tapizados no son buenos candidatos para la pinture.
Cabeceros de madera
Estos son los más fáciles de pintar. La madera es una superficie excelente para la pintura, siempre y cuando esté bien preparada. Asegúrate de lijarla y aplicar una capa de imprimación antes de pintar.
Cabeceros de metal
También se pueden pintar, pero es crucial usar una pintura específica para metal y, posiblemente, una imprimación diseñada para adherirse al metal.
Cabeceros de tela o tapizados
Estos no son ideales para pintar. Si tienes un cabecero tapizado y deseas cambiar su aspecto, es mejor volver a tapizarlo con una nueva tela.
Cabeceros de plástico o melamina
Estos materiales son más complicados de pintar debido a su superficie no porosa. Sin embargo, con una imprimación adecuada y una pintura especial, es posible hacerlo.
Cabeceros de mimbre o ratán
Estos pueden ser pintados, pero el proceso es un poco más laborioso debido a las grietas y hendiduras en el material. Es posible que necesites usar una brocha pequeña o incluso un pincel para llegar a todas las áreas.
Pasos a seguir
Lijar el cabecero: Antes de nada, lija bien el cabecero para eliminar cualquier pintura o acabado viejo.
Aplicar una capa de imprimación: Esto ayudará a que la pintura se adhiera mejor.
Pintar: Aplica dos o tres capas de pintura, dejando que cada capa se seque completamente antes de aplicar la siguiente.
Sellado: Finalmente, sella la pintura con una capa transparente para protegerla de rasguños y decoloración.
Consejos generales para pintar un cabecero
- Lijado: Siempre lija la superficie antes de aplicar cualquier pintura. Esto ayuda a la adherencia.
- Imprimación: Utiliza una imprimación adecuada para el material del cabecero.
- Tipo de pintura: Asegúrate de usar una pintura que sea compatible con el material del cabecero.
- Prueba en una área pequeña: Antes de pintar todo el cabecero, realiza una prueba en una pequeña sección oculta para asegurarte de que la pintura se adhiere bien y se ve como deseas.
- Sellado: No olvides sellar la pintura con una capa transparente para protegerla.
Opción 2: Recubrir el cabecero con tela
No todos los cabeceros son buenos para recubrir con tela.

Cabeceros tapizados
Estos son los candidatos más obvios para un nuevo recubrimiento de tela. Si ya tienen tela, es relativamente sencillo quitar la antigua y poner una nueva.
Cabeceros de madera plana
Si tienes un cabecero de madera sin muchos detalles tallados, también puedes optar por tapizarlo. Necesitarás añadir un poco de relleno para darle un aspecto más suave y lujoso.
Cabeceros de contrachapado o MDF
Estos materiales son ideales para tapizar porque ofrecen una superficie plana y sólida para que la tela y el relleno se adhieran bien.
Cabeceros de metal
Aunque no es lo más común, los cabeceros de metal también pueden ser tapizados. Sin embargo, este es un proyecto más avanzado que podría requerir la creación de un marco de madera alrededor del metal para facilitar el tapizado.
Cabeceros antiguos con detalles
Si tienes un cabecero antiguo con detalles tallados que quieres conservar, podrías considerar tapizar solo una sección del mismo, dejando los detalles visibles.
Pasos a seguir
Quitar la tela y el relleno viejos: Desmonta la tela y el relleno antiguos del cabecero con cuidado.
Cortar la nueva tela y relleno: Mide y corta un nuevo trozo de tela y relleno del mismo tamaño que el cabecero.
Grapar la tela: Comienza a grapar la tela en la parte trasera del cabecero, empezando por la parte superior y avanzando hacia abajo.
Doblar y asegurar: Dobla el exceso de tela sobre los bordes y grápalo en su lugar.
Agregar adornos: Si lo deseas, puedes añadir ribetes, botones o cualquier otro tipo de adorno para darle un toque personal.
Consejos generales para tapizar
- Estructura sólida: Asegúrate de que el cabecero tenga una estructura sólida que pueda soportar el peso de la tela y el relleno.
- Tipo de Tela: Elige una tela que sea duradera y fácil de limpiar, especialmente si el cabecero estará en una habitación que se usa con frecuencia.
- Relleno: Utiliza un relleno de buena calidad que ofrezca tanto comodidad como durabilidad.
- Herramientas: Tendrás que tener a mano una grapadora de tapicería, tijeras, cinta métrica y posiblemente pegamento para tela.
- Detalles y adornos: Considera añadir elementos como botones, ribetes o incluso clavos de tapicería para darle un toque final.
Ideas para telas y colores
- Telas atrevidas y con patrones: Pueden añadir personalidad a tu habitación.
- Telas neutras: Crean una atmósfera más serena y relajante.
- Telas texturizadas: Aportan profundidad e interés.
- Colores claros: Hacen que tu habitación parezca más grande y luminosa.
- Colores oscuros: Aportan intimidad y confort.
Añadir un cabecero donde no había uno
Si no puedes añadir el cabecero a la cama, añádelo a la pared. Y puedes ser muy creativo.


Con un poco de tiempo y esfuerzo, puedes transformar fácilmente tu viejo cabecero o crear uno y darle a tu dormitorio un aspecto completamente nuevo. ¿Te animas a intentarlo?