Cómo salir de viaje casi sin salir de casa

Prueba hoy un viaje virtual.

¿A quién no le apetece salir de vacaciones y conocer sitios nuevos?

Cuando descubrí que había otras formas de cocinar más allá de la cocina española, mis hijos eran pequeños. Pero lo hice con tanto entusiasmo que los niños no me preguntaban qué había para comer ese día, sino a dónde íbamos. Empezamos por pasta italiana, caracoles con ajo y mantequilla al estilo francés o mejillones al estilo belga, y esos días hablamos frnacés. Cuando llegamos a Grecia, ya empecé a hacer algo más que comida y decoramos la mesa al estilo y cuando llegamos a Japón, aprendimos a comer con palillos.

Nunca hemos dejamos de viajar, real o virtualmente, siempre que se ha presentado la oportunidad. Incluso hemos repetido destino varias veces. El único cambio en los planes ha sido que es algo más que turismo gastronómico y, a medida que iban creciendo, los niños empezaron a ayudar a escoger el destino, recoger información y a planificar las actividades. Y los viajes virtuales se han reducido sólo a los fines de semana, para que no interfirieran con los estudios ni el trabajo.

Para visitar cualquier país sin salir de casa sólo se necesita escoger comidas inspiradas en el país que se ha escogido, actividades típicas de ese país y tiempo para prepararlo todo. Diseñas un itinerario para el viaje hace las cosas mucho más fáciles. No es imprescindible pero es divertido hacerlo y es muy educativo.

Un viaje virtual

Escoge el destino

Usad un mapa digital o físico para decidir qué lugar vais a visitar. No importa si hacéis una lista con varios países, pueden ser el destino de viajes sucesivos.

Planifica las vacaciones

Empieza por averiguar lo que se come por allí ¿Cuales son los platos típicos? ¿A qué horas se come? ¿Cómo se sirve la mesa?

Pero no vamos a centrarnos sólo en la comida. Puede que haya monumentos o paisajes que ningún turista debería perderse, actividades culturales tradicionales, algún deporte nacional o pasatiempos preferidos. Algunos museos y atracciones turísticas ofrecen recorridos virtuales y merece la pena tomar nota de cuales son. Si no, tendremos que conformarnos con vídeos o fotografías.

Si tienes suficiente tiempo, puedes pensar en algunas actividades en el exterior ¿Hay una exibición en la ciudad relacionada con el lugar que vas a visitar virtualmente? ¿Alguna sala en el museo arqueológico o el museo de arte dedicada a ese país? Una visita al jardín botánico o un paseo por el parque pueden doblar como una una visita a un jardín en el lugar de destino.

¿Hablas el idioma? Siempre se pueden aprender algunas frases básicas como hola, adiós, por favor y gracias.

Las personas que conoces que ya han visitado el lugar o viven allí son una magnífica fuente de información. Y si no se conoce a nadie, siempre están los sitios especializados en viajes y los buscadores.

El plan resultante dirá lo que vais a visitar y cuantos días, porque algunos destinos merecen el fin de semana completo.

Escoge el menú

Decide que es lo que vais a desayunar, comer y cenar. Escoge las recetas que vais a preparar y haza la lista de la compra. Puedes incluir alguna comida rápida porque es lo natural, casi todos lo hacemos alguna vez cuando estamos de vacaciones.

Fija la fecha, diseña el itinerario y escoge las actividades

Los niños pueden ayudar a escoger el itinerario. También puedes escoger manualidades que tengan que ver con el destino, ya sea para realizarlas mientras se “está allí” o como decoraciones para preparar con antelación. El sentimiento de anticipación que crean estas actividades mantiene a los niños motivados.

El complemento audiovisual

Puedes seleccionar películas, música y libros del país de destino para ver y escuchar durante el viaje. Seguro que hay mucho que ver y oír en los servicios que ya tienes contratados. Busca en la biblioteca antes de comprar libros nuevos.

La noche anterior

Prepara la casa. Siempre se pueden hacer pequeños cambios para que parezca diferente, como cambiar de sitio las plantas, las fotografías o los muebles. Echa una manta sobre el sofá con un diseño típico del país que vais a visitar o pon sobre la mesa un libro sobre ese país. Mejor si usas cosas que ya tienes.

El día del viaje

Se trata de echarle imaginación al día y disfrutar de la excursión en familia. Podéis decorar la mesa y preparar la comida entre todos. Hacer los recorridos virtuales y ver las películas que habéis elegido. Practicad el idioma, si es que lo conocéis, o usad las frases que aprendisteis. Podéis aprender a hacer objetos artesanos al estilo, practicar un deporte o aprender una danza nueva. Y podéis hacer fotos.


Hay quien ha perfeccionado este arte hasta el punto de que “reserva” la casa y le dice a la familia que ha encontrado un sitio que es muy parecido a su propio hogar. También les dice a los niños que están en tránsito mientras decora la casa, dándoles un libro y algo de comer relacionado con el destino. Y documentan el viaje en vídeo más que tomar fotos.

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: