Los pensamientos negativos, el preocuparse por cosas que no se pueden cambiar y los patrones de pensamiento inútiles pueden convertirse en un hábito y perjudicar de forma notable la felicidad a largo plazo.
Los pensamientos negativos no pueden evitar por completo, pero cuando aparece uno preguntate ¿Voy a eliminarlo, voy a aplazarlo o voy a actuar en consecuencia?
Preguntate si es relevante, ya sea ahora o en algún momento en el futuro cercano. Si no lo es, deshazte de él y sigue adelante.
El estado mental más saludable es simplemente estar aquí y ahora, sin especular sobre el futuro ni preocuparse por el pasado.
Si la negatividad que te preocupa se refiere a alguna ofensa recibida o a algún error cometido, aprende a perdonar y a perdonarte. Cuando estés a solas, piensa en la persona responsable y di en voz alta”te perdono y te dejo libre.” Quién se libera realmente eres tú, pues podrás borrar todo pensamiento negativo relativo a ese tema.
También puedes perdonarte a ti mismo de la misma forma, pero este paso viene después de haber pedido disculpas y haber intentado reparar el daño.