Enfócate en las cosas que puedes cambiar

En la vorágine de la vida moderna, a menudo nos encontramos frente a situaciones que parecen estar más allá de nuestro control. Ya sea la economía global, la política, guerras o incluso los sucesos que vemos en las noticias diarias, estos factores pueden generar sentimientos de impotencia y ansiedad. Sin embargo, hay una estrategia que puede ayudarnos a navegar por estas aguas turbulentas: centrarnos en los pequeños cambios que podemos hacer en nuestra vida cotidiana. Estos cambios, aunque parezcan insignificantes, pueden tener un impacto significativo en nuestro bienestar emocional y mental.

El sentimiento de impotencia

La sensación de impotencia ante situaciones difíciles puede ser abrumadora. Cuando nos enfrentamos a circunstancias que no podemos cambiar, es fácil caer en la trampa de la depresión, incluso la desesperación. Sin embargo, es importante recordar que, aunque no puedes controlar todo lo que sucede a tu alrededor, siempre tienes la opción de controlar cómo respondes a estas situaciones.

La solución esá en las pequeñas cosas

Aquí es donde entra en juego la vida cotidiana y los cambios que sí puedes hacer, aunque sean pequeños. Al centrarte en las áreas de tu vida que puedes controlar, ejreces un cierto dominio sobre tu entorno y ese sentimiento es reconfortante. Esto puede ser tan simple como decidir cómo organizas tu espacio de trabajo, cómo pasas tu tiempo libre, o incluso decidir qué vas a cenar; y actuar en consecuencia.

Tu sensación de bienenstar y alivio aumenta mucho cuando, en lugar de absorber pasivamente, haces algo activo, que sea relevante para tí, algo con lo que te comprometes y puedes cumplir.

Tomar decisiones activas sobre tu vida te da un sentido de consuelo y satisfacción, te calma. Aunque no resuelvan por sí mismas el problema principal, si te permiten calmarte y volver a tomar el control, a la vez que aprendes a reaccionar mejor ante los momentos difíciles.

Limpiar y ordenar tue entorno físico

Nuestro entorno físico puede tener un gran impacto en nuestro estado de ánimo. Ponerse a limpiar, ordenar o reparar su entorno es una reacción frecuente ante una situación estresante. Organizar tu espacio de trabajo o tu hogar puede proporcionar un sentido de control y satisfacción.

El hecho de ponerte a limpiar y ordenar tus cajones, por ejemplo, levanta la moral. Y no sólo por el hecho que un entorno ordenado ayuda también a ordenar tus ideas. Igualmente podrías ordenar tu mesa de trabajo, las repisas del cuarto de estar, limpiar la cocina o arreglar un grifo que gotea.

Tiempo libre

Cómo decides pasar tu tiempo libre también puede ser una forma efectiva de ejercer control sobre tu vida. Ya sea leyendo un libro, practicando un deporte, creando artesanía o simplemente pasando tiempo en la naturaleza, estas actividades pueden proporcionar un sentido de consuelo y satisfacción.

Sal al parque o al campo cuando puedas. Estar al aire libre durante el día disminuye notablemente el riesgo de depresión. No importa la situación, siempre puedes disfrutar de un paseo por el campo. Y no cuesta dinero.

Busca la luz

Literalmente. No estoy hablando de iluminación religiosa, sino de luz natural. Las personas cuyasa casas tienen más luz natural también son las que dicen que se sienten felices más a menudo.

Siéntate al lado de la ventana que permita la entrada de más luz natural, incluso en días nublados. Y procura pasar tiempo al aire libre cuando puedas.

La comida si trae la felicidad

No se trata de atiborrarte de chocolate cuando te sientes triste o de gastarse un dineral en una comida vanguardista en un restaurante de lujo. El simple hecho de alimentarnos y alimentar a las personas que queremos nos hace sentirnos un poco más felices.

La cocina casera trae muchas satisfacciones. Y aún más si preparar una comida con ingredientes que has cultivado, recogido silvestres o rescatado del fondo de la nevera. Tener la despensa bien surtida o congelar una comida que has preparado, levanta la moral. Quizás porque el saber que puedes comer, pase lo que pase, aumenta el sentimiento de seguridad.

Escoger lo que vas a comer es una forma de ejercer control sobre tu vida. Al preparar la comida estás actuando y haciendo algo relevante para tu vida. Cocinar para tí y para otros es una señal de compromiso que se cumple al servir la comida. Se cumplen todos los puntos que conducen a una buena salud mental.

Y recuerda que seguir una dieta equilibrada también contribuye a tu bienestar físico y mental.

la falta de algunos nutrientes puede aumentar el riesgo de depresión

Aunque no puedas controlar todo lo que sucede a tu alrededor, siempre tienes la opción de escoger cómo respondes a cada situación. Al centrarte en los pequeños cambios que puedes hacer en tu vida cotidiana, puedes encontrar consuelo y satisfacción, incluso en medio de la incertidumbre, hacerte más fuerte y volver a tomar el control. Así que la próxima vez que te sientas abrumado por las circunstancias, recuerda que cambiar algunas de las cosas ordinarias bajo tu control, pueden marcar una gran diferencia en como te sientes y ayudarte a mantener la calma y la lucidez mental en momentos difíciles.

Te invito a reflexionar tu vida cotidiana y a que mires las tareas ordinarias que haces con otros ojos. ¿Qué cosas puedes hacer hoy que te proporcionen un mayor sentimiento de satisfacción y felicidad? Recuerda, incluso las cosas más sencillas cuentan.

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