Establece tus objetivos financieros

Una pareja estableciendo sus objetivos financieros.

¿Cuáles son tus objetivos financieros? Es simplemente una lista de deseos y aspiraciones que te llevan a la independencia financiera. En un mundo lleno de aspiraciones y desafíos, establecer metas financieras no es solamente prudente sino también esencial. No pasará mucho con tu dinero hasta que no visualices lo que quieres hacer con tu patrimonio. Así que empieza a pensar en ello. Y no te limites; si estás soñando, sueña a lo grande.

«Establecer objetivos es el primer paso para convertir lo invisible en algo tangible.»

Tony Robbins

No basta con soñar. Transforma esos sueños en metas concretas escribiéndolos en papel, o en el ordenador, o en el móvil. Crear una lista escrita de objetivos financieros es el primer paso para hacerlos reales. El simple acto de escribir las metas acerca la visión a la realidad. Colocarlas en papel o en formato digital es un ritual práctico y así creas también la hoja de ruta que te ayudará a conseguirlos.

Variedad de objetivos financieros

Los objetivos financieros pueden ser tan diversos como las personalidades que los forjan. Desde la compra de un artículo de lujo hasta alcanzar la independencia financiera o una jubilación anticipada, la variedad es infinita y personal. No te pongas límites cuando los formules.

Construir una lista exhaustiva de metas asegura que cada objetivo, sin importar cuán grande o pequeño sea, esté declarado y será considerado en la planificación financiera.

Ejemplos de posibles objetivos financieros

  • Ahorrar para la educación universitaria de los hijos: Muchos padres desean garantizar que sus hijos puedan disfrutar de la mejor educación posible sin la carga de deudas estudiantiles.
  • Comprar una casa propia: Tener un lugar para llamar hogar es un sueño común. Ahorrar para la entrada de una casa y planificar para los pagos de la hipoteca puede ser una meta significativa.
  • Crear un fondo de emergencia: Establecer un fondo que cubra de tres a seis meses de gastos de vida puede ofrecer tranquilidad y seguridad financiera en caso de eventos inesperados.
  • Planificar una jubilación cómoda: Asegurarse de tener suficiente dinero ahorrado para disfrutar de la jubilación sin preocupaciones financieras es un objetivo a largo plazo importante.
  • Viajar y explorar el mundo: Muchas personas sueñan con viajar. Ahorrar para ese viaje especial puede ser muy gratificante.
  • Pagar todas las deudas: Eliminar deudas, especialmente aquellas con altas tasas de interés como las de las tarjetas de crédito, es un paso crucial hacia la libertad financiera.
  • Invertir en un negocio propio: Para quienes aspiran a la independencia empresarial, ahorrar e invertir en su propio negocio es un objetivo financiero clave.
  • Donar a causas benéficas: Quienes se sienten afortunados por su situación financiera a menudo desean dar algo a cambio a través de donaciones a sus causas favoritas.

Estos objetivos reflejan una diversidad de ambiciones y planes de vida, subrayando la importancia de que cada individuo personalice sus metas financieras para alinearlas con sus valores y sueños personales.

Plasmar los sueños en palabras

La práctica de escribir nuestras metas no es meramente un ejercicio retórico sino un acto de clarificación, un compromiso con uno mismo que transfigura sueños volátiles en objetivos palpables. Poseer claridad en nuestras ambiciones financieras es el fundamento para cualquier estrategia de éxito.

«Your future is created by what you do today, not tomorrow.»

Robert Kiyosaki

Clasificar los objetivos

Clasifica tus objetivos financieros en las categorías de corto plazo, largo plazo y emergencias. Esto te ayuda a organizarlos sistemáticamente y a asignar recursos donde más impacto tengan.

Establece plazos y puntos de referencia

Definir plazos específicos y metas intermedias actúa como un mapa y una fuente de motivación constante.

Establecer indicadores que te permitan medir el avance hacia cada objetivo no solamente te motiva a seguir adelante, sino que también te permite realizar ajustes según sea necesario.

«Un objetivo sin un plan es solamente un deseo.»

Antoine de Saint-Exupéry

Visualización como herramienta

Visualizar mentalmente la consecución de nuestros objetivos refuerza la motivación y el compromiso con los caminos financieros establecidos.

Visión compartida para parejas

Aunque cada uno debe hace su lista de objetivos financieros independientemente, para las parejas, es esencial alinear sus ambiciones financieras. Colaborar en la definición de metas asegura que el camino hacia el futuro económico sea compartido y fortalecido por una visión mutua.

Revisa tu lista

Una vez que tengas la lista de objetivos escrita, estén clasificados y hayas establecido puntos de referencia, revísala para ver que todo está en orden.

  • Debes tener objetivos y pasos específicos: Tus objetivos deben ser claros y concretos para evitar ambigüedades. Por ejemplo, en lugar de decir «quiero ahorrar más dinero», establece un objetivo específico como «quiero ahorrar 200 euros al mes».
  • Deberás poder medir tu progreso: Establece indicadores que te permitan medir el avance hacia cada objetivo. Esto no solo te motiva a seguir adelante, sino que también te permite realizar ajustes según sea necesario.
  • Relevancia: Tus objetivos financieros deben ser relevantes para tus aspiraciones de vida y contribuir a tu visión general de futuro. Si una meta no parece contribuir significativamente a tu vida, considera reajustar tus prioridades.
  • Tiempo limitado: Define una línea de tiempo para cada objetivo. Tener un plazo establecido te ayuda a mantener el foco y asignar la prioridad correcta a tus esfuerzos.
  • Factibles: Asegúrate de que tus metas y plazos sean realistas y alcanzables. Establecer objetivos y plazos poco realistas puede conducir a la frustración y al abandono de tus planes.

    Si te pones como objetivo tener un millón de euros en dos días y el único recurso que tienes es un billete de cien en el bolsillo, eso no va a pasar – lo único que podrías hacer sería jugar a la lotería, apostar, hacer quinielas o jugar a la ruleta… y ya sabemos que las posibilidades de ganar son prácticamente nulas en cualquire de esos casos. Otra cosa es si lo conviertes en un objetivo a largo plazo y te das el tiempo suficiente para conseguirlo.

El establecimiento de objetivos es un proceso dinámico; tus metas pueden cambiar con el tiempo conforme evolucionan tus circunstancias personales y financieras. Revisa y ajusta tus objetivos regularmente para asegurarte de que sigan siendo relevantes y alcanzables.

Un ejemplo

Tomemos el caso de Laura, quien tiene como su máximo objetivo financiero la compra de su primera casa. Tras analizar sus finanzas, establece que necesita acumular un depósito de 20,000 euros para poder acceder a un crédito hipotecario con condiciones favorables. Para lograrlo, Laura decide que ahorrará 500 euros al mes durante los próximos 40 meses.

Para mantenerse fiel a su objetivo, Laura elabora un plan detallado donde incluye:

  • Crear un presupuesto mensual: Este le permite identificar áreas en las que puede reducir gastos y aumentar su capacidad de ahorro.
  • Abrir una cuenta de ahorro específica para su depósito: Para evitar la tentación de gastar sus ahorros, Laura decide abrir una cuenta de ahorro separada designada exclusivamente para el depósito de su casa.
  • Automaticidad: Configura una transferencia automática a esta cuenta cada mes, justo después de que recibe su salario.
  • Buscar fuentes de ingreso adicionales: Laura decide buscar un trabajo de medio tiempo durante el fin de semana, lo cual le permite acelerar su plan de ahorro y acumular su depósito más rápidamente.
  • Revisar su progreso regularmente: Laura se compromete a revisar su plan y el progreso de sus ahorros cada tres meses, ajustando si es necesario para asegurarse de que sigue en camino hacia su objetivo.

Con determinación y un plan bien estructurado, Laura se encamina a acumular el depósito necesario para la compra de su casa y dar un paso importante hacia su independencia financiera.

Casi todo es posible

El camino a la libertad y éxito financieros comienza con la valentía de soñar, plasmar esos sueños en objetivos claros y escritos, y tener suficiente determinación de conseguirlos.

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