Tomar decisiones financieras inteligentes desde el principio es crucial para gestionar tu dinero de forma eficaz. Esto incluye poner en orden tus cuentas bancarias y de otro tipo. Hacer esto por tu cuenta puede parecer difícil o engorroso, por lo que es posible que desees tener la ayuda de profesionales. Tristemente, aunque puedas contratar un profesional que ayude con ciertas tareas, calcular impuestos, por ejemplo, contar con un auténtico administrador o asesor financiero a tiempo completo está fuera de las posibilidades de la inmensa mayoría. Tendrás que tomar el control de alguna forma.
No te desalientes ¿Quién hay mejor que tú para administrar lo que es tuyo? Y seguro que puedes hacer por tu cuenta más del 90% de lo que hay que hacer. Claro que gestionar tu dinero es más fácil si optimizas tu vida financiera y tomas decisiones inteligentes desde el principio. Esto incluye poner en orden tus cuentas bancarias y financieras. Esto hará que la gestión sea más fácil y le lleve menos tiempo.
Empieza por mirar tu cuenta bancaria. ¿Cuánto dinero tienes en ella? ¿Tienes una cuenta de ahorro? Si no es así, ahora es el momento de abrir una. También debes asegurarse de que tiene tus cuentas son las mejores para tu situación. Si estás pagando comisiones bancarias, considera la posibilidad de abrir cuentas nuevas. Asegúrate de elegir un banco que te permita manejar tus cuentas por Internet y con el móvil, y que tenga una amplia red de cajeros automáticos, para no tener que pagar por las transacciones.
El segundo paso para gestionar tu dinero con eficacia, es elegir una buena empresa de servicios financieros. Esta empresa debe ofrecer cuentas para invertir en bolsa, planes de pensiones, fondos de inversión y la posibilidad de depositar dinero en efectivo electrónicamente y operar en línea. Esta empresa debe tener una buena reputación para que puedas confiarles tus finanzas.
Si puedes mantener todas tus cuentas financieras en una sola institución podrás fácilmente hacer un seguimiento fácil las mismas. También puedes aprovechar los descuentos y ventajas que ofrezcan. Por ejemplo, algunas entidades ofrecen comisiones de negociación más bajas cuando tienes una determinada cantidad de activos invertidos con ellas, o pueden eximirte de las comisiones de la cuenta si también inviertes en otros fondos de su familia. Simplificar las cosas te ahorrará tiempo y dinero.
A la hora de la verdad
Aparta unas horas sin distracciones (medio día, o un día entero, si puedes) para ocuparte de tu situación financiera.
Se entiende que ya has organizado tu espacio personal, te has deshecho de los papeles inútiles y tienes listo el material y las aplicaciones que vas a usar.
Y si no lo has hecho ya, hazlo antes de organizar tus cuentas para que no tengas que interrumpirte.
Empieza por clasificar el enorme montón de papeles en varios montoncitoss de papeles similares – o por organizar tus archivos en carpetas que contengan ítems del mismo tipo. Pon los extractos bancarios en un sitio, los extractos financieros en otro y pon los recibos en una pila diferente. Separa garantías, seguros, declaraciones de impuestos, información médica y demás.
Ordena cada montoncito, o carpeta, cronológicamente, de más antiguo a más reciente o viceversa, como prefieras. Si se trata de archivos electrónicos, dales un nombre significativo y sepáralos en carpetas por años, o incluye la fecha con el formato año-mes-día. Ahora puedes guardar los papeles físicos en carpetas codificadas.
Puede que necesites más de una sesión para tenerlo todo a punto. Se trata de dar el primer paso en la dirección correcta y seguir moviéndote por ese camino. No va a ser más fácil si lo dejas para más tarde, simplemente habrá más papeles, o archivos, que organizar.
Si te sobra tiempo, siempre puedes ordenar las fotos.
O mirar las tarjetas que recibiste la navidad pasada, decidir si vas a guardar alguna y deshacerte de las que ya no hacen falta.