A lo largo del tiempo, el miedo ha sido transmitido como una emoción negativa que debemos reprimir… pero ¿y si, en realidad, el miedo fuera un poder?
María Esclapez, psicóloga y escritora, regresa a las librerías con Tu miedo es tu poder, una lectura que brinda desde la ciencia y el cariño de su experiencia profesional, todo lo necesario para que el lector comprenda cómo se procesa la información, cómo funciona el cuerpo y la mente al sentir miedo.
“En cada capítulo exploraremos distintas facetas del miedo. Veremos cómo se manifiesta y cómo cambia según las cosas que nos van pasando. Aprenderemos a reconocer sus señales, a identificar sus trampas, a estudiar sus orígenes, a salir de los bucles”, afirma la autora.
Aborda también el miedo irracional, el miedo a que pasen cosas buenas por el miedo a perderlo, la incapacidad de disfrutar de los logros personales. Además, analiza la sensación de control y el control absoluto. “Hay cosas que no dependen de ti y que no puedes controlar. El control absoluto no existe. Si bien es cierto que, racionalmente, entendemos que no podemos controlarlo todo, nuestro instinto es hacerlo igual, activando algunas funciones que ya conocemos como la preocupación o la rumiación. No podemos controlarlo todo, lo sabemos y, aun así, lo intentamos”, dice Esclapez.
El temor al rechazo, al fracaso, a no gustar, al abandono, a sentir que no somos suficientes, a no exteriorizar nuestros sentimientos, la incertidumbre, etc. Todas ellas son situaciones a las que nos enfrentamos muy a menudo y que tienen de fondo algo común: el miedo.
Cifras
Según un estudio de IO Investigación publicado en España en el año 2023, el 57,49% de los españoles entienden el miedo como una emoción que surge como respuesta a una amenaza o peligro inminente, generando una sensación de angustia y deseo de evitar o escapar de la situación.
La encuesta mostró el top 10 de los miedos que a los españoles más les han frenado en algún momento de su vida, cerca del 60% indica el hablar en público (58,93%), expresar sus sentimientos (54,00%), emprender (53,01%), asumir riesgos y aprovechar oportunidades empresariales (50,74%), declararse o pedir salir a alguien (48,44%), tomar decisiones importantes para su empresa (47,78%), delegar y confiar en otros a nivel empresarial (46,31%), en la innovación y adaptabilidad empresarial(34,98%), buscar trabajo (34,37%) o separarse (33,56%).
La otra cara del miedo
Esclapez explica que el miedo nos protege del peligro, nos activa ante una posible amenaza y nos incita a actuar. Pero también nos habla de nosotros mismos: de cómo respondemos a heridas del pasado que, muchas veces, no vemos, pero que sufrimos en las preocupaciones del día a día. “Es importante aclarar que, ante un mismo estímulo, las personas podemos reaccionar de diferente manera según nuestra historia personal, nuestra sensibilidad (cuanto más percibes y más sientes, más posibilidades de elucubrar con el miedo) y otros factores importantes que puedan estar influyendo en nosotros (estrés, situación familiar, medicación, enfermedades, etc.)”.
La psicóloga señala que el miedo no es el enemigo ni una debilidad y propone utilizarlo a favor.
Al hablar sobre la resiliencia, Esclapez define el término como “la capacidad de adaptarse a las situaciones adversas, de surfear la ola aun cuando el mar está agitado. No es ser siempre fuerte, sino encontrar fuerza en la vulnerabilidad. Esto no va de ser fuerte todo el tiempo o de no sentir dolor, esto va de ser consciente de lo que sientes, de darte permiso para sentir y de usar ese sentimiento como punto de partida para sanar. Va de aceptar las turbulencias del viaje de la vida. Ser resiliente es tener las habilidades necesarias para en enfrentar desafíos, aprender de ellos y salir más fuerte pese a las magulladuras y cicatrices”
Esta es una lectura que, como ella describe, debe abordarse con calma, sin prisas, haciendo pausas, descansar si se requiere y respirar profundamente, “necesitarás interiorizar toda la información que irás encontrando. Este libro recoge muchos conocimientos sobre el miedo y unas técnicas muy valiosas para trabajar los vínculos con los demás y con uno mismo, pero recuerda que no es terapia y no sustituye un servicio médico o psicológico”, advierte.

Sobre la autora
María Esclapez es psicóloga experta en psicología clínica y de la salud, sexología clínica y terapia de parejas. Además, cuenta con formación en cuestiones de apego, trauma y terapia EMDR.
Ha creado la web que lleva su nombre con el objetivo de ofrecer un espacio presencial y online para expresar, preguntar y compartir experiencias.
Ha vendido más de 150.000 ejemplares de su libro Me quiero, te quiero, y tiene más de medio millón de seguidores en redes sociales. Entre otros libros que ha publicado están: Mujeres que arden y Tú eres tu lugar seguro.
Algunos conceptos
Neuropsicología del miedo: El miedo es una emoción regulada por circuitos cerebrales que involucran principalmente la amígdala, una estructura clave en la detección y procesamiento de amenazas. La amígdala coordina respuestas fisiológicas y conductuales, como la activación del sistema nervioso simpático para preparar al organismo para la lucha o la huida. Esta respuesta es esencial para la supervivencia, pero puede volverse disfuncional cuando se activa en ausencia de un peligro real, contribuyendo a trastornos como las fobias o el trastorno de ansiedad generalizada.
- Miedo o Ansiedad: El miedo es una reacción emocional inmediata y específica ante una amenaza real o imaginaria, mientras que la ansiedad es más difusa, anticipatoria y menos ligada a un estímulo concreto, centrándose en preocupaciones futuras o pasadas. Ambos son mecanismos adaptativos, pero se vuelven problemáticos cuando son excesivos o persistentes.
- Secuestro amigdalar: Ante un miedo intenso o estrés elevado, la amígdala puede dominar la actividad cerebral, reduciendo la influencia de las áreas cerebrales responsables del pensamiento racional y la toma de decisiones. Este fenómeno limita la capacidad de analizar situaciones con claridad y puede desencadenar respuestas impulsivas o patrones de evitación, incluso ante estímulos que no representan una amenaza real.
- Efectos del Miedo Prolongado: El miedo que se queda y no se resuelve puede generar síntomas de ansiedad, estrés y otros problemas emocionales, convirtiéndose en un ciclo perjudicial.