¿Piensas que no lo eres? Empieza a animarte. Mírate en el espejo y repite: Soy una persona positiva. Soy fuerte. Estoy concentrada.
Si no te haces mucho caso, hazlo como si estuvieras hablando con otra persona. Di tu nombre y repite las mismas ideas, algo así como “María, se una persona positiva, se fuerte y concentraté.”
Te sentirás mejor inmediatamente. Repítelo cuando tengas problemas, cuando te haga falta serenarte y concentrarte. Tu puedes ser tu propio mentor y quien te dé animos.

Y se una persona positiva que actúa. Muchas personas tienen grandes ideas, pero no hacen nada para llevarlas a cabo. Si quieres resultados, tienes que ponerte en acción.
Empieza por buscarle el lado bueno a todas las situaciones. Eso nos hace más felices.